El redactor Steve Fowler cree que la electrificación no acabará con la gasolina y el diésel durante algún tiempo.

Si los titulares de algunos medios de comunicación de la semana pasada son creíbles, el fin de la carretera para los coches de gasolina y diésel está cerca. Estamos encantados de dejar las cosas claras: ¡es una auténtica barbaridad! Muchos han interpretado mal el anuncio de Volvo de que todos los nuevos modelos a partir de 2019 tendrán alguna forma de electrificación. Esto no significa que todos los Volvo vayan a ser totalmente eléctricos. Tal vez un día, pero no por mucho tiempo.

Somos grandes fans de lo que la electrificación puede hacer por nuestros coches; nos gustan los beneficios medioambientales y económicos que puede aportar, así como la experiencia real de conducción. Y Volvo ha dado muestras de juego limpio al hacer este anuncio, consolidando su posición como líder en tecnología avanzada.

Pero el hecho es que al buen y viejo motor de combustión interna le queda algo de vida. Pasará algún tiempo antes de que la tecnología de las baterías llegue a una fase en la que pueda alimentar coches más grandes en distancias más largas, al menos a precios asequibles.

Esto sucederá, y quizás antes de lo que algunos piensan, ya que actualmente se dedican muchos recursos a la investigación de las baterías, sobre todo porque casi todos los fabricantes están dedicando muchos esfuerzos a los programas de vehículos eléctricos. La demanda de coches electrificados (vehículos eléctricos completos, híbridos enchufables e híbridos suaves) está creciendo rápidamente y los debates del sector son el punto de partida para que más compradores incluyan estos modelos en su lista de la compra. Creo que esto también podría ocurrir pronto. Las principales barreras a la propiedad de vehículos eléctricos -el precio y la autonomía- se superan con cada nuevo lanzamiento.